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mira todo lo que sana la cola de caballo

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Mensaje por campanita2 Dom Mayo 28, 2023 5:04 pm

COLA DE CABALLO (Equisetum arvense)
Nombres populares: Cola de rata, Yunquillo, Cienudillos, Candalillo, Pinillo etc.
A principios de la primavera brotan de la cepa muy extendida y profunda primero los tallos
fértiles, de color parduzco rojizo, que llevan los esporangios. Más tarde aparecen los tallos
verdes de verano, de unos 40 cros. de altura, que se parecen a pinitos de construcción
muy regular. Se cría en los campos, terraplenes y ribazos. Las plantas que crecen en la
arcilla poseen la mayor cantidad de principios curativos. Según la procedencia, la cantidad
de ácido silícico, con sus excelentes propiedades curativas, oscila entre el 3 y 16 %. Se
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sobreentiende que jamás se deben recolectar las plantas que se crían en los campos
abonados con productos químicos. — Hay una variedad de Cola de caballo con ramitas
finísimas que se cría en los bosques y en sus linderos; ésta también es curativa.
En la medicina popular la Cola de caballo gozaba desde tiempos remotos de gran
prestigio, sobre todo por su poder hemostático y su eficacia contra las graves afecciones
de los riñones y de la vejiga. Pero a pesar de ello se cayó con el tiempo en el olvido.
Gracias a nuestro gran médico naturista Kneipp, la Cola de caballo a vuelto a tener la
fama de antaño. Para él esta hierba es »única, insustituible e inestimable« contra las
hemorragias, los vómitos de sangre, las afecciones renales y vesicales, los cálculos y las
arenillas. Dice que »la Cola de caballo es un remedio extraordinario para curar las úlceras
cancerosas y la caries ósea. Lava, disuelve y quema todo lo malo. También se puede
envolver la hierba húmeda y caliente en paños mojados y aplicarla a las partes enfermas.
«
El padre suizo Künzle dice que todas las personas deberían beber a partir de cierta edad,
cada día, una taza de infusión de Cola de caballo. Así desaparecerían todos los dolores
debidos al reuma y a la gota así como las neuralgias, y todos gozarían de una vejez con
salud. Cuenta que un anciano de 86 años que padecía terriblemente del mal de piedra se
curó con un baño de vapor de Cola de caballo y vivió aún muchos años, y prosigue
diciendo: »Esta hierba corta las peores hemorragias y los vómitos de sangre dentro de
poco, casi en un abrir y cerrar los ojos, ingiriéndola en forma de infusión.«
Contra los catarros dolorosos de la vejiga y el tenesmo no hay mejor remedio que
envolverse bien las piernas con el batín y dejar actuar los vapores de una infusión de Cola
de caballo sobre la vejiga. Repitiendo este procedimiento varias veces se consigue
combatir el mal en poco tiempo. Las personas ancianas que de pronto no pueden orinar y
se tuercen de dolor porque la orina no sale o sólo gotea, pueden calmar los dolores
mediante estos baños de vapor calientes, sin que el médico tenga que recurrir al sondeo.
Para combatir las arenillas y los cálculos renales y vesicales se toman baños de asiento
calientes de Cola de caballo bebiendo simultáneamente una infusión caliente de la misma
hierba a pequeños tragos; hay que retener la orina todo lo que se pueda para expelerla
finalmente con presión. De esta manera suelen expulsarse también piedras. He recibido
numerosas cartas de personas que han seguido este consejo y confirman la eficacia del
método. Los cálculos han sido eliminados, así como toda clase de dolores y molestias.
La Cola de caballo ayuda en casos donde otros diuréticos no suelen dar resultados, como
por ejemplo en la hidrocardias, en la hidropesía de la pleura costal o en trastornos renales
debidos a la escarlata u otras graves enfermedades infecciosas con retención de agua.
Con todo se puede afirmar que la Cola de caballo es un remedio muy indicado para todo
el aparato renal y urinario, tanto en uso interno como externo.
Contra la inflamación o supuración de la pelvis renal un solo baño de asiento hace
milagros. Para ello se emplea, solamente en uso externo, la Cola de caballo mayor, cuyos
tallos son como un dedo de gordos. Esta variedad se cría en praderas y sotos pantanosos
y, como ya se ha dicho, actúa instantáneamente contra las inflamaciones y supuraciones
de la pelvis renal. Una señora que yo conocía muy bien, estaba ya varios meses con
pelvitis ingresada en el hospital de Innsbruck. Como no se mejoraba me hizo llamar. Yo le
recomendé un baño de asiento con Cola de caballo. Pocos días después llegó una carta:
»Me has salvado la vida. Ya estoy en casa. El baño de asiento con Cola de caballo ma ha
curado y he recuperado mis fuerzas.« Esta clase de Cola de caballo que alcanza más de
un metro de altura y a veces la de un hombre, sólo se debe usar para baños de asiento.
Sin embargo para infusiones que se toman bebidas se utiliza solamente la planta que se
recoge en los campos, en los márgenes de las huertas y de los bosques.
En madres jóvenes se manifiestan a veces, como consecuencia de un parto difícil,
trastornos visuales; éstos se deben muy probablemente a que los riñones de la madre han
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sufrido durante el parto. Baños de asiento de Cola de caballo activan desde el exterior la
irrigación sanguínea de los riñones, disminuyendo así la presión en los ojos causada por
la insuficiencia renal, mientras que los trastornos de la vista van desapareciendo.
El gran médico naturista, discípulo de Kneipp, Dr. Bohn ha hecho elogios a esta hierba:
»Por un lado es un remedio contra las hemorragias y por otro lado — y esto en mayor
grado — es una medicina para los riñones. Después de tomar infusión de Cola de caballo
se expele una gran cantidad de orina de color oscuro. También actua rápidamente contra
la hidropesía.« En los casos donde los demás diuréticos ya no ayudan, se dejan de tomar
todas las demás hierbas y se bebe durante 4 ó 5 días (en casos extremos 6 días) cinco o
seis tazas de infusión de Cola de caballo, pero a sorbos, distribuidos a lo largo del día.
Según la experiencia, en la mayoría del los casos se llega a eliminar el agua.
Las erupciones cutáneas acompañadas de picores, estén encostradas, purulentas o
tiñosas, se curan con ayuda de lavados y compresas a base de infusión de Cola de
caballo. Estos lavados y baños también se emplean contra la oniquia (inflamación de la
raíz de la uña), los pies llagados, la caries ósea, las heridas antiguas expansivas, las
úlceras cancerosas, los espolones del calcáneo, las fístulas, el lupus, la sicosis derm. y
otros líquenes. En estos casos se pueden recomendar también las cataplasmas al vapor
de Cola de caballo (véase en Modos de preparación). Las almorranas dolorosas se
combaten cubriéndolas de un emplasto de hierba fresca, que se obtiene de la siguiente
manera: lavar Cola de caballo recién cogida y picarla en el mortero hasta que se forme a
modo de una papilla.
Contra las hemorragias nasales repetidas y persistentes se aplican compresas en frío de
Cola de caballo, es decir paños embebidos de una infusión ya fría de esta planta. Por su
poder hemostático la Cola de caballo ayuda asimismo, bebida en forma de infusión, a
atajar las hemorragias pulmonares, uterinas, hemorroidales y estomacales. En estos
casos se toma más concentrada que normalmente: 2 ó 3 cucharaditas repletas de hierba
por cada taza.
La Cola de caballo mezclada con Verónica constituye, debido a sus cualidades
depurativas de la sangre, un remedio preventivo contra la arteriosclerosis y la pérdida de
la memoria. Se puede considerar como el mejor profiláctico contra el cáncer.
Para combatir la hiperhidrosis de los pies (sudor excesivo) recomiendo la tintura de Cola
de caballo (véase en Modos de preparación), un excelente remedio con el que se frotan
diariamente los pies, después de lavarlos y secarlos bien. Pero también hay que tomar
cada día, media hora antes del desayuno, una taza de infusión de la misma hierba. Los
pediluvios con esta planta tienen el mismo provecho. Contra la caspa se lava la cabeza
cada día con un cocimiento de Cola de caballo y se frota después bien con un buen aceite
de oliva. De esta forma se quita rápidamente esa molestia.
La incontinencia de orina (orinarse en la cama) se combate con una infusión compuesta
de Cola de caballo e Hipéricon, de la cual se administra una o dos tazas al día; con la
última comida no se bebe ya nada. Esta mezcla la recomiendo también para hacer
gárgaras y enjuagues en los casos de anginas, estomatitis, estomatitis ulcerosa,
cariadura, encías sangrantes, gingivitis, fístulas y pólipos del paladar y de la garganta.
Contra el flujo blanco de la mujer se toman baños de asiento de Cola de caballo.
No olvidemos que la Cola de caballo es una de las mejores plantas medicinales para los
pulmones, tanto en bronquitis crónica como en tuberculosis pulmonar. Tomando
regularmente la infusión se consigue, gracias a su contenido en ácido silícico, la curación
del pulmón tuberculoso, suprimiendo al mismo tiempo la debilidad general debida a la
afección pulmonar.
Según el fitobiólogo austriaco Richard Willfort, investigaciones recientes permiten la
hipótesis que la ingestión prolongada de infusión de Cola de caballo actúa de tal manera
sobre los tumores malignos que detiene su crecimiento hasta hacerlos desaparecer.
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Incluso pólipos del bajo vientre o del ano y sinovitis se curan del mismo modo. En estos
últimos casos se apoya el tratamiento mediante cataplasmas al vapor y baños de asiento
de Cola de caballo. Estas cataplasmas son también muy útiles contra los cólicos del
estómago, del hígado y de la bilis así como contra las congestiones dolorosas, cuya
presión hacia arriba entorpece el funcionamiento el corazón.
El 19 de diciembre 1977 recibí una llamada telefónica desde Estiria. Se trataba de un
campesino de 49 años de edad. En la planta de su pie se había formado un tumor duro
muy doloroso, que le impedía asentar el pie sobre el suelo. Había estado unos días en el
hospital pero lo volvieron a mandar a casa. Yo le aconsejé que se hiciera cataplasmas al
vapor de Cola de caballo, ya que sé que éstas curan incluso los tumores malignos.
Imagínense lo que me alegré cuando el 22 de diciembre, es decir a los tres días, me
volvieron a llamar para anunciarme que el tumor se había disuelto; la piel estaba un poco
relajada y blanda y de la induración ya no se notaba nada. ¡Otro milagro de la farmacia de
Dios!
He podido constatar que incluso los más fuertes dolores intervertebrales — siempre que
no se deban a un nervio estrangulado — se calman a veces muy pronto con baños de
asiento de Cola de caballo. Si la radiografía hace ver que las vértebras están desgastadas
por la edad no es necesario que uno tenga que padecer dolores. La presión de un riñón
dañado que se extiende hacia arriba actúa sobre los nervios que discurren exteriormente
a lo largo de la espina dorsal, lo que causa dolores. Así que éstos no los causan
necesariamente las vértebras sino los nervios que están sin protección. En este caso, un
baño de asiento de Cola de caballo suprime rápidamente la presión hacia arriba al activar
poderosamente la función de los riñones.
Una mujer de 38 años estaba ya tres años bajo tratamiento médico por dolores
intervertebrales. En vez de mejorar, aumentaban los dolores y en la región de la espalda y
el cuello se sentía ya tan entorpecida que por la mañana no podía levantarse de la cama
sino era con ayuda de unas varas que su marido le había montado expresamente sobre
su cama. En ocasión de una conferencia que di en aquel tiempo en Steyr (Austria Alta),
conocí a la mujer. No lo van a creer si les digo que un solo baño de asiento de Cola de
caballo la liberó de los dolores y del entorpecimiento.
Este mismo tratamiento vale para los dolores vertebrales en los conductores de tractores
agrícolas. Las vibraciones no perjudican las vértebras, sino los riñones; éstos ejercen
enseguida una presión hacia arriba, lo cual se puede suprimir mediante baños de asiento
de Cola de caballo.
Desde hacía años, una señora de Suiza, tenía toda la espina dorsal, desde la vértebra
cervical, tiesa como un palo. Las curas a las que se sometía cada año en la clínica del
doctor Zeileis en Gallspach le proporcionaban sólo un alivio temporal pero no la curaban.
Por casualidad hice la amistad de esa señora y me prometió, sin estar muy convencida,
tomar enseguida que llegara a casa un baño de asiento de Cola de caballo. No tardó
mucho en llamarme diciendo, llena de alegría, que antes de terminar con el baño, el cabo
de 10 minutos de estar en el cocimiento de hierbas calientes, ya se le quitó el
entorpecimiento y, según me enteré, no volvió a presentarse jamás en los siguientes años.
El gran neurólogo Dr. Wagner-Jauregg dice en sus escritos: »Dos terceras partes de todos
los enfermos de los nervios no tendrían que estar en las clínicas, si tuvieran los riñones
sanos« Y efectivamente he podido recomendar los baños de asiento de Cola de caballo a
muchos infelices que a causa de trastornos renales padecían de depresiones, manías y
accesos de rabia; así los he salvado del manicomio.
En estos casos conviene tomar también por vía interna infusiones de Cola de caballo, de
Ortiga y de Milenrama, de cada cual una taza por la mañana y otra por la tarde.
En los casos graves de trastornos renales con todos los inconvenientes que los
acompañan, es importante que se utilice para los baños de asiento la planta fresca; la
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mejor para eso es, como ya se ha dicho, la que se cría en los prados pantanosos. Se
necesita un cubo de 5 litros lleno de plantas por cada baño (véase en Generalidades
»Modos de preparación4 El agua del baño tiene que cubrir los riñones. Después de 20
minutos (duración del baño) hay que envolverse, sin secarse previamente, en un albornoz
y reposar durante una hora, bien tapado, en la cama. Luego se cambia de ropa. El agua
del baño se puede utilizar dos veces volviendo a calentarla.
MODOS DE PREPARACION
Infusión: 1 cucharadita colmada de hierba por cada 14 I. de agua; no se hierve.
Cataplasmas al vapor: Se pone agua a hervir en una olla y sobre la misma se coloca un
tamiz con dos puñados de Cola de caballo. Cuando la hierba esté bien caliente y
reblandecida se envuelve en un paño y se aplica a la parte enferma del cuerpo. Se cubre
todo bien para que se mantenga caliente y se deja actuar durante varias horas o toda la
noche.
Baños de asiento: 100 g. de Cola de caballo se dejan toda la noche a remojo; al día
siguiente se calienta todo y cuando rompa a hervir se cuela el líquido, que se mezcla con
el agua del baño. Duración del baño: 20 minutos. Después de este baño no hay que
secarse, sino envolverse en una toalla grande o en un albornoz y quedarse una hora bien
tapado en la cama.
Tintura: 10 g. de hierba fresca por cada 50 g. de aguardiente (de grano) puro. Se
deja macerar 15 días al sol o cerca de la lumbre agitando la botella cada día.
Cataplasmas de plantas frescas: Cola de caballo recién cogida se lava y se pica en el
mortero hasta que se forme a modo de una papilla.


bajado de la interneth
del libro la botica del señor
de Maria Trevi.
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